La FCH construye su plan de contingencia

Durante este último mes la Facultad de Ciencias Humanas, tal como lo estableció el Consejo Superior oportunamente, desarrolla sus actividades “desde casa”, respetando el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno nacional debido a la situación epidemiológica excepcional generada por el Coronavirus COVID 19. Para ello, tanto la universidad como la facultad, está instrumentado lo necesario y lo posible para poder acompañar este momento, reprogramando y adecuando todas sus actividades académicas, científicas y administrativas.
Sobre fines de marzo comenzaron las clases de todas las carreras de grado y pregrado, presenciales y a distancia, a través del renovado campus virtual que posee la institución desde hace más de dos décadas. El equipo completo de nodocentes y de gestión estuvo y seguirá trabajando con el fin de garantizar las condiciones para desarrollar el ciclo lectivo bajo estas condiciones especiales.
Las y los docentes respondieron con la readecuación de sus propuestas para desarrollar las clases en entornos virtuales, realizando búsquedas de nuevas herramientas y ensayando modalidades pertinentes a cada área de conocimiento, en pos de acompañar al alumnado en sus aprendizajes.
Las y los estudiantes, por su parte, pusieron toda su energía en la adaptación a nuevas formas de sociabilidad, de intercambio, de enseñanza y de aprendizaje en el marco de sus carreras de educación superior; también se organizaron de la mejor manera posible para establecer contacto y mantenerlo a fin de sostener colectivamente este pasaje por los estudios universitarios, fundamentalmente con quienes recién han iniciado sus trayectos formativos.
En este contexto, se hace necesario promover la adaptación de los espacios institucionales y académicos dentro de los cuales nos desenvolvemos habitualmente, hacia la creación de una comunidad virtual de enseñanza y de aprendizaje. A su favor, la FCH se apoya en la trayectoria que posee en el desarrollo de propuestas en la modalidad a distancia, específicamente virtual, lo que implica el diseño permanente de acciones vinculadas no sólo a la organización y gestión sino también a la capacitación. A su vez, contar con la experiencia de la implementación de aulas virtuales de apoyo y complemento a las clases presenciales que lo requirieran, es clave para este nuevo proceso.
Como sucede en todo recorrido de caminos desconocidos, se presentaron dificultades en este proceso y cada vez más situaciones que resolver y pensar, tanto creativa como responsablemente, en las soluciones posibles. La necesidad de hacer masiva la virtualidad para todas las carreras de la facultad atendiendo, al mismo tiempo, a sus necesidades diferenciales que incluyen desde la cantidad de estudiantes hasta las modalidades de enseñanza y de aprendizaje propias de cada área del conocimiento; la familiaridad de las y los integrantes de la comunidad universitaria con los procesos de enseñanza y de aprendizaje en entornos virtuales; no poder contar con una prueba piloto para luego hacer ajustes o construir los consensos necesarios ni abrir a la participación de los distintos consejos; fueron alunas de esas dificultades.
Atendiendo a las mismas, desde las distintas áreas de gestión se comenzaron a hacer reuniones virtuales, se compartieron documentos y se delinearon algunas definiciones resolutivas para fijar los procedimientos requeridos, intentando no perder la calidad de los procesos y considerando el menor perjuicio posible, fundamentalmente para las trayectorias académicas de las y los estudiantes.
Simultáneamente, se trabaja colectiva y colaborativamente entre los departamentos y las carreras para pensar en estrategias adecuadas para el desarrollo de las asignaturas, de las evaluaciones tanto parciales como finales, de las prácticas o actividades en territorio, excepcionalidades en cuanto a cursadas y finales, como todo aspecto que surge de esta dinámica de trabajo como es el problema de la conectividad, el uso de datos de los teléfonos celulares como la accesibilidad a los materiales bibliográficos o a las propuestas de las y los docentes, por parte del alumnado. Es decir, se intenta buscar alternativas a fin de mantener un equilibrio entre el modelo pedagógico, las y los destinatarias/os (según el rol de profesores o estudiantes) y los recursos tecnológicos disponibles, sin interferir en la libertad de cátedra ni en la calidad de la formación.
Tanto las estructuras administrativas de la facultad -a través de las distintas secretarías y sus direcciones y áreas- como las académicas, consejeras/os, programas institucionales y de gestión se encuentran trabajando en generar información –datos, posibilidades de resolución, documentos formativos, actos administrativos o instructivos requeridos- para acompañar las tomas de decisiones que se producen en un contexto y con una modalidad distinta al funcionamiento institucional cotidiano. Se trata de sostener desde los diferentes espacios estos nuevos aprendizajes en entornos virtuales.
Asimismo, los núcleos, centros y proyectos de investigación y extensión están abocados a producir conocimientos y generar acciones en relación a la emergencia epidemiológica generada por el COVID-19; al igual que se han conformado diversos grupos de voluntariados en el marco de la actual pandemia.
Continuaremos transitando estos tiempos, muchos fueron, son y serán los esfuerzos de la comunidad en su conjunto, la gestión seguirá estando para acompañar el proceso, aún considerando que en todas las actividades sustantivas la virtualidad no reemplaza la presencialidad. Agradecemos especialmente la predisposición y la colaboración para sobrellevar este aislamiento; más que nunca tenemos que reconocer la necesidad de unión y empatía. Seguiremos trabajando desde nuestros hogares, todo nuestro compromiso está al servicio de sortear juntxs esta emergencia.